Lamentablemente, Apple Card no llegaría a España como así lo añoraban miles de usuarios. De hecho, este producto lanzado en Estados Unidos en 2019, tampoco recalará en el resto de Europa.
A pesar de las ilusiones de muchos usuarios, varios factores hacen que la viabilidad de su expansión internacional sea cada vez más dudosa.
Problemas de viabilidad con la Apple Card
- Los acuerdos con bancos locales: La firma de la manzana tendría que establecer acuerdos con bancos individuales en cada país, lo que representaría una logística compleja y costosa.
- Diferencias en los sistemas de pago: Se sabe que cada Estado cuenta con sus propias preferencias y regulaciones en cuanto a pagos electrónicos, lo que dificultaría la estandarización de la experiencia Apple Card.
Ahora bien, en cuanto a España, se pueden destacar las siguientes cuestiones:
- Alta adopción del contactless: España se encuentra entre los países con mayor uso de pagos contactless mediante NFC, por lo que la necesidad de una tarjeta física como Apple Card es menor.
- Menos beneficios potenciales: Las comisiones por transacción en España son mucho más bajas que en los Estados Unidos, lo que indica un menor margen de beneficio para Apple.
Producto del “contactless” no llegaría a España
Con el correr de los días, el sueño de que llegue la Apple Card a territorio español se desvanece. Aún así, no se descarta su llegada a otros países donde el contactless sea menos común.
No obstante, la compañía norteamericana pareciera estar centrada en mejorar sus servicios existentes, como Apple Pay, en lugar de expandir agresivamente la tarjeta.
¿Posibilidad de una tarjeta virtual en el futuro?
De cara al futuro, existe la posibilidad de que Apple considere una versión virtual de la tarjeta. Aún así, la falta de un atractivo claro para los consumidores europeos, sumado a las dificultades logísticas, hace que esta opción sea aún incierta.
Por lo pronto, la Apple Card parece estar destinada a permanecer como un producto exclusivo de Estados Unidos, al menos por ahora.
Los usuarios europeos tendrán que conformarse con Apple Pay y esperar a ver si la empresa decide ofrecer alternativas más adecuadas a las necesidades y preferencias del mercado europeo en el futuro.
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(S.M.C)